Se requería por parte de la propiedad, la centralización de las instalaciones de la empresa en único local, trasladando el taller de pos-producción junto con el taller de carpintería.
La construcción se vio doblemente condicionada, por el hecho de que el local no podía interrumpir su funcionamiento durante la ejecución de la obra y por el bajo presupuesto disponible.
Se propuso una intervención sencilla, construyendo un nuevo local en planta alta apoyado sobre la estructura de muros portantes existentes de la planta baja, al cual se accede por un nuevo núcleo de circulación con escaleras y montacargas. De éste modo se mejora la organización logística de la empresa a un bajo costo.
La estrategia constructiva, se basó en la utilización de elementos prefabricados que ofrecieron simpleza, rapidez y economía: viguetas Stalton para el entrepiso, bloques vibrados para la fachada, escalones prefabricados in situ, cerchas soldadas en taller y chapa standard para la cubierta. El estudio del nuevo estado de carga implicó hacer refuerzos puntuales con contrafuertes en los muros de ladrillo existentes. Se aprovechó la mano de obra especializada de los trabajadores del taller de carpintería, para la confección de moldes.
La iluminación se plantea indirecta desde los ladrillos de vidrio del frente y desde el lucernario de la cubierta, y directa desde las dos ventanas del contrafrente. A su vez, se plantea un sistema de ventilación cruzada desde las tomas de aire en la parte inferior de la fachada frontal hacia las ventanas altas del contrafrente.